Brasil, que había alcanzado a uruguayos e italianos con 2 Copas del Mundo; España, vigente campeona de Europa y con una de las mejores generaciones de futbolistas de su historia; Uruguay, doble campeona mundial; Alemania Federal, campeona mundial; Unión Soviética, campeona de Europa; Portugal, un gran equipo debutante liderado por Eusébio; Hungría, subcampeona mundial y confiada en su siguiente generación al «Equipo de oro»; las siempre peligrosas selecciones balcánicas del Este de Europa; e Italia, doble campeona mundial, le disputaron a Inglaterra el trofeo por ser la mejor selección.