Ahora lo que se llevan son los lechos inteligentes para no salir de ahí bajo ningún concepto. Suyo fue el 3-1, el que mataba de manera definitiva al Atlético de Madrid. Sus últimas imágenes con el Madrid no pueden ser más hermosas: levantando la Decimocuarta como capitán y besando a la Cibeles. Zurdo como pocos se recuerdan en el Barça. Marcelo es quien puede contar esa travesía que fue de las reiteradas caídas en octavos, las tres semifinales con Mourinho y la época gloriosa de la cuatro Champions en cinco temporadas.